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En el primer trimestre de este año 2023, el transporte ferroviario ha sufrido una caída del 2,8%, sumado a los cortes previstos por las obras de las autopistas ferroviarias, han llevado al MITMA a estudiar por primera vez la creación de las ayudas SAPET para paliar los costes de intervención en la red.

En los tres primeros meses de este año se han movido por la infraestructura de ADIF, 6.351.000 trenes/kilómetro de mercancías. De los cuales el 93%, 5.886.000 tren/km. corresponden a la red convencional, que supone una caída del 3,5%. Por el contrario en la red de alta velocidad los trenes/kilómetros movidos han sido 465.000 lo que supone un incremento del 7.9%

Si analizamos las cifras sólo del mes de marzo, los datos apuntan a una mejoría de la tendencia. Los trenes/km. de la red convencional han sido 2.142.000, un 1,8% menos que el marzo de 2.022. Siendo los rodados por las vías de alta velocidad 161.000, es decir un 2,6% más que el mismo mes del pasado año.

Estas cifras son importantes que se sigan monitorizando para ver la evolución hacia el ambicioso 10% de cuota previsto para el 2.030.

Ahora la preocupación son los cortes de la infraestructura de la red, que empiezan a producirse por las obras que van a efectuarse con motivo de las obras en las autopistas ferroviarias. El ferrocarril no tiene alternativa como la carretera, lo que obligará a efectuar más kilómetros, si no queremos perder la carga contratada.

Para ello el MITMA estudia ofrecer la concesión de Ayudas por Perturbaciones Extraordinarias de Tráfico en el transporte ferroviario de mercancías (SAPET). Es vital que estas ayudas del SAPET se mantengan en el tiempo, mientras duren cortadas estas vías, ya que siendo necesarias dichas obras, es fundamental no perder la confianza de los clientes en el modo ferroviario. Si ponemos problemas a estos tráficos, la captación de carga que se haya ganado para el modo ferroviario, se perderá y volverá a la carretera.

En esta defensa de las ayudas estamos implicados muchos actores: operadores, propietarios de vagones, empresas ferroviarios, propietarios de la carga, etc.

Este es un nuevo reto al que hay que plantar cara y que el MITMA tiene que entender, acelerando la puesta en marcha de la norma, para tener un marco de referencia que nos ayude a seguir empujando el modo ferroviario para alcanzar la cuota objetivo de Mercancías 2030.